Muestra fotografica sobre la desnutricion en el mundo




Empezando por el principio...


Para entender todos de lo que hablamos es necesario revisar primero un par de definiciones sobre términos que pueden volver a leer de aquí en más. Intentaré que sean lo más sencillos y claros posibles.

- ¿Qué son los nutrientes?

Nutrientes son las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales suministrados por los alimentos y necesarios para el crecimiento y el mantenimiento de la vida.

- ¿Qué se entiende por Estado nutricional de una persona?

El estado nutricional de una persona es la resultante del equilibrio entre la ingesta de alimentos

y sus requerimientos de nutrientes. A su vez, el aprovechamiento de los nutrientes ingeridos

depende dediversos factores como la combinación de alimentos o las condiciones del sistema

gastrointestinal que los recibe.

Es el resultado del equilibrio entre la ingesta de alimentos y sus requerimientos de nutrientes, lo cual está determinado por la calidad y cantidad de nutrientes de la dieta y por su utilización completa en el organismo.

Los requerimientos de nutrientes dependen del estado fisiológico de una persona. Los momentos de mayor demanda corresponden a aquellos en donde hay mayor reproducción celular, es decir, los momentos de mayor crecimiento: gestación, primeros años de vida y adolescencia. De ahí que para que estos procesos se produzcan con total normalidad, es fundamental una adecuada nutrición.

La nutrición - a su vez - está sometida a diversos factores condicionantes:

- Los factores fijos, como el potencial genético del individuo.

- Los factores dinámicos, tales como los factores sociales, económicos y culturales, que pueden actuar en forma favorable o desfavorable.

Cuando se modifica el equilibrio de estos factores y se ve alterada la nutrición, se interrumpe el crecimiento y desarrollo, dando lugar a la desnutrición.

- ¿Qué significa la desnutrición?

Desnutrición significa que el cuerpo de una persona no está obteniendo los nutrientes suficientes. Y tal condición puede resultar del consumo de una dieta inadecuada o mal balanceada, por trastornos digestivos, problemas de absorción de dichos nutrientes u otras condiciones médicas.

La desnutrición puede clasificarse en:

- Desnutrición primaria (Cuando se produce por una carencia nutritiva y/o psicoafectiva)

- Desnutrición secundaria (Cuando existe una enfermedad que la determina - independientemente de la situación socio-cultural del sujeto - por ejemplo, ante la existencia de enfermedades genéticas, metabólicas, inmunológicas ó malformaciones que puedan afectar a los diferentes órganos.


Por sus efectos, la desnutrición, puede ser medida a corto y/ó largo plazo.

En el corto plazo pueden aparecer diarreas y sus compliaciones, deshidratación, alteraciones hidroelectrolíticas, depresión de la inmunidad, infecciones, pérdida de peso, trastornos hematológicos, cardiorrespiratorios y renales.

En el largo plazo aparecen el déficit de talla y disminución del cociente intelectual.
Los tres indicadores antropométricos más frecuentes, usandos para evaluar a la población infantil son:


- peso para la edad


- peso para la talla


- talla para la edad



El déficit de peso para la talla, también denominado desnutrición aguda, es la disminución de la masa corporal, inicialmente a expensas del tejido graso pero que también puede afectar a la masa muscular después.

Por lo general es consecuencia de un episodio agudo de alguna enfermedad infecciosa ó por una severa disminución de ingesta calórica.

El déficit de talla para la edad, también denominado desnutrición crónica consiste en una disminución del crecimiento lineal y depende directamente del desarrollo de los huesos largos. Es considerado - salvo casos muy particulares - en una condición prácticamente irreversible debido a que la baja estatura es producto - en estos casos - de una carencia prolongada de nutrientes.

El déficit de peso para la edad, también llamado desnutrición global es una combinación de los anteriores.

Vergüenza:en Argentina, donde se producen alimentos para dar de comer a cientos de millones de personas, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año. Los datos oficiales, que miden la mortalidad infantil en 12,9 por mil nacidos vivos contrastan con el reciente informe de Unicef: 14 por mil. “No nos importan los datos teledirigidos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), lo que está a la vista y nos golpea a todos son cosas sencillas y evidentes” dice el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo. En el país más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, ocho niños mueren por día antes de su primer cumpleaños. En Cuba, la tasa de mortalidad infantil es de cinco por mil.

Bajo las doradas galerías de la Avenida Alem, en pleno centro porteño, una veintena de chicos se acomoda sobre cartones para pasar la noche. Recostados en hilera, aspiran pegamento con las miradas perdidas en el cielo. A metros de la Casa presidencial y de la Plaza de Mayo, cuna de la independencia, un bebé recién nacido llora buscando el pecho de su madre adolescente que revuelve la basura en busca de comida. En el país de las espigas de oro, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año y la tasa de mortalidad se eleva a 14 por mil nacidos vivos.

Constatadas por Unicef, estas cifras contrastan con las de los datos oficiales: según el Ministerio de Salud de la Nación, la mortalidad infantil es de 12,9 por mil nacidos vivos. En Cuba, la tasa de mortalidad es de 5,3 por mil según datos oficiales y 5 según el informe de Unicef (Ver nota de tapa).

¿Quién me robó mi niñez?

En la madrugada del 11 de diciembre de 2008, un cartonero encontró el cadáver de un niño de tres años mientras hurgaba en un contenedor del barrio porteño de Constitución, a menos de dos mil metros de la Casa de Gobierno. El cuerpo estaba envuelto en una frazada y presentaba fuertes signos de desnutrición. Según informaron las fuentes de la investigación, en los días posteriores al hallazgo no se registraron denuncias sobre la pérdida del niño lo que hacía suponer que había sido depositado en el basurero por algún familiar o conocido. Un día después de que apareciera el cuerpo sin vida de este niño sin nombre, al que seguramente nunca hamacaron en una plaza, la noticia desapareció de los medios de prensa.

Dos semanas después, una organización no gubernamental del Partido de La Matanza (Gran Buenos Aires) denunció que en el Mercado Central, más de 200 chicos de entre 8 y 13 años se prostituyen para poder comer. Según la denuncia, entre los que obligan a los niños a vender su cuerpo por comida, hay policías, changarines, seguridad privada, comerciantes, camioneros y directivos. El Mercado de La Matanza, principal centro comercializador de frutas y verduras del país, abastece a más de 11 millones de personas.

La desnutrición sufrida durante el embarazo y en los primeros meses de vida produce daños irreparables en el ser humano: retraso mental y físico, bajo peso y talla y dificultades en el aprendizaje. El informe de Unicef revela que el 66% de los niños y las niñas mueren en su primer mes de vida; “más de la mitad de estas muertes son evitables”, detalla el documento.

Cartografía de la desnutrición

Unicef aclara que en Argentina, el lugar de nacimiento condiciona las posibilidades de sobrevivencia: “Las probabilidades de morir antes de cumplir un año son tres veces superiores en Formosa que en la Ciudad de Buenos Aires. En las Provincias de Jujuy o Chaco, la probabilidad de muerte duplica a las jurisdicciones más favorecidas”. Paro cardiorespiratorio es el eufemismo con el que se encubre la desnutrición en los hospitales nacionales y provinciales colapsados por la falta de médicos, enfermeras, insumos y presupuesto. En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de mortalidad es de 8,3 por mil nacidos vivos; incluso en la orgullosa, rica y poderosa Capital Federal, el índice supera al de Cuba.

Mientras que según datos oficiales la tasa nacional ha descendido, en la provincia de Buenos Aires, la más rica del país en términos económicos y productivos, la mortalidad infantil ha pasado de 12,5 en 2006 a 13,5 en 2007.

En esta provincia, donde se tira una semilla y crece, durante 2006 murieron 3.280 bebés menores de 1 año y en 2007, 3.531: 10 bebés por día.

En La Matanza, el más grande conglomerado del conurbano, donde los chicos se venden por comida, 345 niños murieron en 2007 sin alcanzar su primer año de vida. Las cifras de la mortalidad en el Gran Buenos Aires sirven para diluir el mito de que el hambre sólo está en el Norte: 951 bebés menores de un año murieron durante 2007 en las localidades de Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela, Morón, San Miguel, Hurlingham, San Isidro, Merlo, Avellaneda y Lanús. En un año, el número de muertes evitables se incrementó en 100: durante 2006 murieron en esa zona 862 bebés.

Cientos de cruces de madera adornadas con guirnaldas de flores de todos colores brillan con la luz del sol en un cementerio de la quebrada de Humahuaca. “Se ha ido un angelito” dicen en el Norte cuando se muere un bebé y toda la gente va al velatorio vestida de blanco. En la provincia de Formosa, las familias de 24 bebés por mil nacidos vivos los entierran antes de poder festejarles su primer año de vida. En Chaco mueren 18,9 bebés y en Misiones y Jujuy la tasa se eleva a 17 por mil, siempre según datos oficiales.

"No nos importan los datos teledirigidos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), lo que está a la vista y nos golpea a todos son cosas sencillas y evidentes: hace unos meses el kilo de pan costaba 3 pesos, hoy cuesta 5; la carne se compraba a 8 ó 12 pesos, hoy cuesta 16 ó 20. El litro de aceite se conseguía a 3 pesos, ahora anda por los 8 y la garrafa de gas de 15 kilos vale 50 pesos. Es imposible que los niños y adolescentes puedan alimentarse con 60 centavos”, afirma el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo. El pasado 13 de enero, su hermano, el cura Jesús Olmedo, junto al premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, apoyaron los cuatro días de ayuno que más de 400 quiaqueños hicieron para denunciar la situación de pobreza y desnutrición que afecta al 60% de la población de esa zona.

La falta de alimentación está sumada a las condiciones de vida: la carencia de agua potable y de desagües cloacales favorecen la aparición de enfermedades infecciosas como la diarrea o la parasitosis que, en edades tempranas, provocan la muerte. En 2004, el Departamento de Maternidad e Infancia del Ministerio de Bienestar Social de Jujuy realizó un relevamiento por zonas que alcanzó a más de 50 mil niños (es el último estudio provincial al que se puede acceder). Los datos reflejan que en la Puna jujeña (Departamentos de Cochinoca, Santa Catalina, Susques, Rinconada y Yavi) casi la mitad de los niños tiene bajo peso. Le sigue la Quebrada –Departamentos de Tumbaya, Tilcara y Humahuaca– con el 19,4% (el promedio provincial de bajo peso era entonces del 16,5%). Los datos de desnutrición aguda vuelven a ubicar a la Puna en primer lugar con el 14,7%; en este caso seguida por la región Valles (Departamentos de San Antonio y El Carmen) con el 9,8%.

La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2005, muestra que frente a un total de 3,7% de desnutrición global, la provincia de Jujuy presentaba un 3%. La variación entre las cifras provinciales y nacionales se debe a que en ambos casos se utilizan parámetros diferentes. Por esta razón, aun si los organismos de Jujuy ofrecieran datos actualizados, sería difícil hacer una comparación con otros distritos. “No hay estadísticas confiables”, afirma Carlos Santillán, ex dirigente sindical y actual titular de la Comisión de Derechos Humanos de la provincia de Jujuy. “En la Comisión de Derechos Humanos recibimos día a día pedidos de necesitados de toda la provincia que buscan comida y trabajo. Hace seis meses gestionábamos ante el Ministerio de Bienestar Social un pedido de 60 bolsones de comida al mes. Ahora estamos pidiendo 500”, agrega.

En los confines de la Argentina, cerca de 400 personas dejaron de comer para llamar la atención sobre el hambre. En la legislatura provincial fue presentado un pedido para que se declare a la Puna en emergencia social y alimentaria: el gobierno de Walter Barrionuevo, del Frente para la Victoria (Partido Justicialista), responde con silencio.

Los grandes medios nacionales se ocuparán del tema sólo cuando alguien muera o cuando les llegue una fotografía conmovedora. Jujuy, en tanto, es la provincia argentina que más planes asistenciales reparte. “La acción social dirigida sirve sólo a pequeños grupos, a algunas organizaciones y a los dirigentes de esas organizaciones que se convierten en millonarios teniendo a los pobres como mercancía”, denuncia Santillán. A fines de 2008, el Gobierno nacional anunció una disminución en el índice de pobreza del 23,4% al 20,7%. Los ocho millones de pobres de los datos oficiales contrastan con los 20 millones de argentinos que según diferentes estudios privados viven bajo la línea de pobreza.

La diferencia en el cálculo se explica: para el gobierno la canasta básica de alimentos es de 978 pesos; para los estudios independientes, asciende a los 1.400. “Mientras todo sube, los ingresos de los planes están estancados y si hace unos años 150 pesos era poco, ahora es nada”, dice el obispo Olmedo, quien en unión con los sacerdotes de su presbiterio denuncian públicamente la grave situación de pobreza e indigencia de los habitantes de Jujuy y los Valles salteños. “Por falta de olla” es la expresión popular utilizada por el personal de salud de la provincia de Salta para explicarles a las mamás las causas de la desnutrición primaria que sufren sus pequeños hijos.

Los datos oficiales del tercer trimestre de 2008 indican que el porcentaje de niños y niñas salteñas con déficit nutricional es de 5,4% entre los que tienen de 0 a 1 año de vida, y de 10% entre quienes tienen de 1 a 5. “En ese 10% están los bajitos y los petisos; la cronicidad en la pobreza es sinónimo de talla baja”, explica la doctora Gladys Pernas, Jefa del Servicio de Recuperación Nutricional del Hospital de Niños Jesús de Praga. “Que haya 10 niños de cada cien con déficit nutricional es una cifra alta y preocupante pero aun en los noventa restantes a los que se considera “eutróficos” (adecuado para la relación peso-talla) habría que preguntarse si esa talla corresponde a su edad o si estamos hablando de desnutridos crónicos, con pobreza de larga data”, alerta Pernas. Por otra parte, las estadísticas rara vez consideran a los malnutridos, categoría en la que entran los desnutridos y los sobrenutridos por obesidad o sobrepeso. Los últimos datos disponibles señalan un sobrepeso de 10,8% en menores de un año y de 10,3% en el grupo de 1 a 6 años. Entre los acortados nutricionales por pobreza crónica hay dos tipos de carencias: la falta de alimentos, que los hace bajitos, y la dieta farinácea, que los hace gordos.

Sobrenutrido no es un indicador de bienestar, se traduce en graves enfermedades en adolescentes y adultos: hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes y accidentes cerebrovasculares. Argentina es uno de los primeros países del mundo en índices de muertes por estas enfermedades.

En la provincia de Salta –siempre según datos oficiales–, la mortalidad infantil fue de 14,9 por mil nacidos vivos durante 2006 y de 15,4 por mil durante 2007. A pesar de las declaraciones pre electorales del candidato a vicegobernador de la fórmula que asumió en diciembre de 2007 (Juan Manuel Urtubey del Frente Para la Victoria y Andrés Zottos del Partido Renovador de Salta), el proceso de gerenciamiento privado de la Salud Pública sigue siendo una constante en Salta. Así lo indica un trabajo realizado por asociaciones gremiales y de profesionales de la salud: “en ocho años de gerenciamiento privado del Nuevo Hospital Materno no ha mejorado la salud de la población involucrada”. El estudio afirma que el Estado debería evaluar y corregir la orientación de sus políticas sanitarias y priorizar efectivamente las acciones de Atención Primaria. Más allá de las cifras, la investigadora de la Universidad de Buenos Aires y de Flacso, Mónica Sacchi analiza en su libro Mortalidad Infantil, un nombre, un rostro, una familia, seis casos de muerte de nenas y nenes que no llegaron a cumplir su primer año de vida. Sacchi realiza un estudio microsocial (condiciones de vida y salud materna) a partir de las percepciones y los significados que las madres asignaron a las muertes. En las vidas truncadas de Esteban, Jimena, Micaela, Gabriel, Rosario y María Daniela la intensidad de la pobreza llevó a Mónica Sacchi a preguntarse y a interpelar: ¿qué es lo que falló?

En la provincia de Corrientes, famosa por sus ríos, esteros y bañados y por la música alegre del acordeón, la situación no es mejor que en Jujuy o Salta. Según un relevamiento de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), el 49% de los chicos menores de 18 años es pobre y un 29% pasa hambre.

El documento, basado en datos estadísticos oficiales y en estudios realizados por distintas organizaciones sociales y sindicales, sostiene que en el país, más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Corrientes ocupa el cuarto lugar entre las provincias con más chicos pobres e indigentes.

Democracia de la exclusión

En este país donde para tantos niños vivir o morir depende del lugar de nacimiento, marcados casi como un designio divino desde la cuna, son pocos los adolescentes que creen en la democracia. Sólo el 35% de los encuestados confía en la democracia, informó un estudio realizado por el Ministerio de Educación de la Nación a fines de 2008. El análisis, llevado a cabo por el Programa Escuela y Medios, se hizo entre mil alumnos de 11 a 15 años de escuelas públicas de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Chubut.

Argentina produce alimentos suficientes como para dar de comer a varios cientos de millones de personas, posee un alto índice de PBI per capita y un elevado desarrollo científico-tecnológico. En las entrañas de su tierra hay petróleo, gas, oro y plata. El acuífero Guaraní, compartido con Brasil, Paraguay y Uruguay, es una de las reservas de agua potable más importantes del mundo.

En Cuba, pequeña isla ubicada en el medio del Caribe, a expensas de los huracanes y el mal clima donde no crece más que la caña, la mortalidad infantil es de cinco por mil nacidos vivos. Igual al de Canadá e inferior al de Estados Unidos (siete por cada mil), el índice cubano se sostiene pese al bloqueo que lleva casi tantos años como los que acaba de cumplir su revolución.

963 millones de personas tienen hambre en el mundo. La meta del milenio fijada por la ONU para reducir la desnutrición de cara a 2015 parece imposible de lograr dentro del sistema capitalista, en el que todo sobra, hasta los seres humanos.

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Hace unos días se publicaron dos notas en el diario capitalino La Voz del Interior sobre la desnutrición infantil en nuestro país (2/10 y 4/10 respectivamente). En la primera, es posible observar algunas expresiones verdaderamente sorprendentes realizadas por el doctor Pablo Durán, coordinador de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud la Nación.

Entre otros incordios, el funcionario expresó: "La desnutrición aguda ya no representa una urgencia sanitaria en la Argentina" (sic). Como corolario del asunto, aseveró que el problema de la desnutrición infantil está prácticamente superado en Argentina; faltando sólo pequeños retoques (¿¡) pero que, en general, está todo bien.

Me pregunto ¿dónde vive Durán: en Argentina, Suecia, Francia, Holanda o España? ¿de dónde son las estadísticas que maneja? ¿tal vez de Recoleta, Palermo Viejo, Villa del Parque o del Country Las Delicias?

El 4 de octubre se publica un contenido más acorde a la realidad firmado por el médico Jacobo Sabulsky, médico pediatra miembro de la Fundación Córdoba, Lactancia, Alimentación, Crecimiento y Desarrollo (CLACYD). Un contenido completamente distinto, pese al epígrafe "Como en otros países, en la Argentina persisten algunos casos de desnutrición", que acompaña a una patética foto de una criatura en grado extremo de desnutrición. Epígrafe que vuelve a confundir al lector respecto de la abrumadora realidad que describe Sabulsky.

La desnutrición infantil me preocupa y he presentado dos proyectos de ley aún pendientes de tratamiento. Uno se refiere a incluir la enseñanza de Nutrición dictada por profesionales en la currícula docente de las escuelas primarias y secundarias. La segunda, de alta prioridad propone tomar a este flagelo como política de Estado, debido a los altos índices de mortalidad y desnutrición infantil, problema que debería avergonzarnos a los argentinos.

Contrariamente a lo expresado por Durán, Argentina no tiene resuelta esta endemia. La basura no se mete debajo de la alfombra banalizando y maquillando crueles realidades con números acomodaticios o cifras abstractas imposibles de aprehender. Lo que debemos hacer es sacar el inconveniente a la luz. Argentina tiene alrededor del 40 % de la población por debajo de la línea de pobreza, casi el 50% de la gente pre-ocupada está trabajando en negro, sin obra social y/o aportes jubilatorios, y cobrando remuneraciones miserables en promedio unos 500/550 pesos mensuales.

Alrededor del 50% de nuestra población carece de agua potable y tratamiento de líquidos cloacales. Por otra parte, el sistema educativo necesita volver a la calidad y excelencia de otrora.

Nuestro déficit habitacional tiene características pavorosas: millones de argentinos viven hacinados entre latas, cartones e inmundicias.

¿Hacen falta estadísticas para saber que en los ámbitos descriptos los problemas de salud son espeluznantes? (Problemas que se inician en la gestación para agravarse en los dos/tres primeros años de vida, pues una mala alimentación y un hábitat desfavorable producen daños cerebrales irreversibles destruyendo la mayor riqueza de un país: su capital humano) ¿Alguien puede creer que la desnutrición infantil es un problema menor, que "sólo hay que hacer unos pequeños ajustes"? ¿Por qué a los gobernantes pareciera no interesarles este tema? ¿Será que las obras bajo tierra, como los caños de agua potable y cloacas, no dan rédito político? ¿Será porque es más fácil manipular gente que vive entre la mugre, la miseria, la indignidad y la ignorancia?

La mortalidad y desnutrición infantiles se las puede remediar mediante una decisión política, considerándolas prioritarias, elaborando un programa de largo aliento copiando lo que ya funciona. Me refiero al programa del doctor Abel Albino presidente de la fundación CONIN, quien lo ha concretado gracias a aportes privados. Él tomó como base el mismo que aplica Chile hace muchos años ejecutado por el médico Fernando Monckeberg.

Es política de Estado desde hace 25 años, más allá de los colores de los gobiernos. En su magnitud, abarca nutrición, agua potable, cloacas y reforma educativa. Iniciándose con una mortalidad infantil de 120 por mil. Hoy Chile posee un índice del 7 por mil, similares al de países desarrollados. El 100% de la población tienen agua potable y casi el 100% tratamiento de líquidos cloacales. Además funcionan 6000 escuelas con doble escolaridad. Como resultado, la población chilena aumentó su talla doce centímetros en los últimos treinta años. Chile invirtió en este proyecto 20 mil millones de dólares en 25 años. Cifra importante, pero que es absolutamente posible de realizar.

Es desde esa población infantil protegida y salvaguardada de donde emergen los futuros trabajadores, obreros, intelectuales y gobernantes. Para entenderlo, basta con mirar el progreso económico, social y cultural de Chile.

FUENTE: Click acá!

El derecho a la alimentación es el derecho a tener acceso, individual o colectivamente, de manera regular y permanente, a una alimentación cuantitativa y cualitativamente adecuada y suficiente, así como a los medios necesarios para producirla, de forma que se corresponda con las tradiciones culturales de cada población y que garantice una vida física y psíquica satisfactoria y digna.

Las Naciones Unidas han declarado que el acceso a una alimentación adecuada es un derecho humano fundamental que entraña obligaciones para los Estados y una responsabilidad colectiva.

derecho%20a%20la%20alimentaci%F3n%201-%20educared.jpgEste derecho se deriva de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Internacional de los Derechos Humanos (1948) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) y ha sido reafirmado luego en las sucesivas Cumbres Internacionales.

Así, la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 dio lugar al compromiso mundial de reducir el número de personas hambrientas y malnutridas a la mitad para el año 2015. La Declaración del Milenio establece asimismo un programa de reducción del hambre basado en los derechos humanos.

derechoaa%20la%20alimentaci%F3n%20-%204%20-%20educared.jpgDesde la Cumbre de 1996 la FAO ha trabajado con los gobiernos y comunidades de todo el mundo para que se reconozca este derecho humano básico. Sin embargo hasta la actualidad hay países que no cumplen su compromiso de luchar contra el hambre.

A pesar de estas declaraciones y que está cada vez más incorporado en las constituciones y legislaciones nacionales, este derecho sigue siendo una asignatura pendiente para millones de personas- más de ochocientos millones según datos de la FAO- Organización para la Agricultura y la Alimentación-. La mayoría de ellos vive en países en desarrollo y son trabajadores de áreas rurales, campesinos sin tierra, comunidades indígenas, pastores o pescadores que sufren hambre y desnutrición y no tienen acceso a los recursos necesarios para producir los alimentos que necesitan para llevar una vida plena y digna.

Desnutrición y hambre oculta

derecho%20a%20la%20alimentaci%F3n%20-%20educared.jpgEl hambre y la malnutrición se deben no solo a la falta de disponibilidad de alimentos, sino también a la pobreza, la falta de acceso a la atención sanitaria, educación, agua limpia y condiciones de vida saludables.

La falta de nutrición adecuada genera la carencia de vitaminas y minerales y es la causa más importante de hambre oculta y desnutrición en el mundo actual. La carencia severa de estos micronutrientes dificultan el desarrollo de las capacidades y funciones vitales.

Kul C. Gautam Director Ejecutivo Adjunto del UNICEF señala que "muchas veces no se siente nada en el estómago, pero el "hambre oculta" ataca la salud y la vitalidad desde lo más profundo y sigue siendo un mal generalizado que presenta terribles amenazas para la salud, la educación, el crecimiento económico y la dignidad humana en los países en desarrollo".

ProgramaUATRE-%20desnutrici%F3n%20%20-educared.jpg16 de octubre: Día Mundial de la Alimentación

La FAO celebra cada año el 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación, en el aniversario de la fundación de la Organización en 1945 en Quebec, Canadá.
Esta efemérides pretende dar voz a los que no acceden a este derecho y reforzar la capacidad de los gobiernos para alcanzar el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: reducir el hambre a la mitad en 2015.


Información y recursos disponibles en la web para profundizar sobre el tema:

Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo
Ver

Desnutrición oculta: Una nueva forma de desnutrición.
Artículo de Pablo Andrés Ferreyra y Nancy Raquel Vallejos, publicado en la Revista de Posgrado de la VI Cátedra de Medicina - N° 124 – Febrero 2003.
Ver

Informe de desnutrición en Argentina
, en el sitio de la iniciativa "Nutrición Cero"
Ver

Desnutrición, artículo del Dr. Calzada León, jefe del servicio de endocrinología del Instituto Nacional de Pediatría, México.
Ver

Campañas

El hambre es un crimen, campaña contra la desnutrición infantil del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. Este movimiento constituye un colectivo de hogares, comedores comunitarios y agrupaciones civiles que trabajan por los derechos de los niños en todo el país.
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Alimentar el mañana, hoy. Campaña del Consejo Publicitario Argentino orientada a fomentar la buena alimentación de las embarazadas y la de sus hijos. Materiales de difusión: afiches, video en youtube, audios de mensajes radiales.
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Derecho a la alimentación, Urgente, campaña promovida por Prosalus, Cáritas, Ingeniería Sin Fronteras y Veterinarios Sin Fronteras, en colaboración de la Red Española de Entidades Solidarias (REDES)(2007).
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FUENTE: EducaRed

El Consejo Publicitario Argentino, con el asesoramiento de la Fundación CONIN (Cooperadora para la Nutrición Infantil), lanzó una nueva campaña, cuyo objetivo es generar conciencia sobre la problemática de la desnutrición infantil que puede causar debilidad mental. Ésta es la única debilidad originada por el hombre que puede ser prevenida. Junto a ellos www.NUTRIRED.org y Universidad Maimónides, colaboraron con el desarrollo de la web y la organización de la red de respuesta a las consultas.

TELEVISIÓN



GRÁFICA

El contenido del mensaje de la campaña publicitaria gira alrededor de un concepto básico: “El primer año de vida marca el futuro del niño”. Es en este período cuando se desarrolla el 80% del cerebro. Si en esta etapa no se recibe la alimentación y estimulación adecuadas, el impacto en el cerebro produce déficit intelectual, afectando la capacidad de aprendizaje. El desarrollo cerebral depende 50% de la alimentación y 50% de la estimulación.

Según el Prof. Mönckeberg, la mortalidad infantil es un indicador indirecto de desnutrición. En nuestro país contamos con 17 casos de muerte infantil cada 1000 chicos nacidos vivos promedio, mientras que países como Chile, rondan los 7 de cada 1000 chicos nacidos vivos. En Argentina 4 millones de niños, durante el primer año de vida, tienen alta probabilidad de crecer con esta debilidad.
En esta oportunidad el Consejo Publicitario Argentino contó con el aporte ad honorem de WACHAY para la producción del original. Esta ong trabaja desde la comunicación pública para instalar temas relacionados a la responsabilidad ciudadana y al consumo responsable. Asimismo ENCUADRE Color contribuyó con la edición del audiovisual, mientras Pomenarec y 021 aportaron el sonido y la edición. La campaña está compuesta por piezas de TV, radio, gráfica e Internet.

El Consejo Publicitario Argentino lanzó una nueva campaña de bien público, orientada a fomentar la buena alimentación de las embarazadas y la de sus hijos, contando con el asesoramiento de Solidagro.
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El contenido del mensaje gira alrededor de un concepto básico, una fórmula con verdadero rigor científico -9+3 ¿Qué significa? Que los nueve meses de embarazo y los tres primeros años de vida del niño son fundamentales. Si durante ese lapso el niño no recibe la alimentación y la estimulación necesaria, no solo detendrá su desarrollo cerebral, sino que también verá disminuido su desarrollo físico. El impacto de la desnutrición en el cerebro, produce déficit intelectual afectando la capacidad de aprendizaje.

Su objetivo principal, es generar conciencia y buenos hábitos alimenticios en las mujeres embarazadas y en sus hijos, fundamentalmente los menores de 3 años.

En esta oportunidad el Consejo Publicitario Argentino contó con el aporte ad honorem de la agencia La Negra, para la producción del original y el apoyo de ENCUADRE Color para la producción. Asimismo se desarrolló la web www.alimentar.org.ar con la colaboración de NETICOS.

Cabe también agradecer a NAYA por colaborar con el plan de medios, a Haines y Jurevicius por el plan de prensa, a Telefónica por el aporte del 0800 y a Tetra Pak y Unilever por su colaboración para la producción de la campaña.

Junto a ellos NUTRIRED y FUNDASAP, colaboraron con el desarrollo de los contendidos y la organización de la red de respuesta.

La campaña esta compuesta por piezas de TV, radio, gráfica, Via publica, Internet y folletos que se repartirán en todo el país mediante la red de FUNDASAP.

Comisión Nutrición

Director:
Cucarese, Hugo – Nestlé

Director suplente:
Manfredi, Rosanna – Encuadre

Integrantes:
Benítez, Amalia – Primera Edición
Klahr, Ricardo J. - Grupo Via Subte
Landolfo, Marcelo – CRISA
Miliozzi, Jorge – Danone
Miguens, Cristina – Luz Editora
Pérez Salvo, Santiago
Posse, Daniel – Unilever
Matán, Raúl – Raúl Matán S.A.

Agencia La Negra
Dylan Williams / Emilio Cesio

ONGs
Solidagro

Colaboran
Nutrired Infantil
FUNDASAP

FICHA TECNICA

AGENCIA: La Negra
CLIENTE: Consejo Publicitario Argentino
PRODUCTO: Campaña Contra la Desnutrición
TITULO DE LA CAMPAÑA: Alimentá el mañana
RESPONSABLE POR EL CLIENTE: Hugo Cucarese, Rossana Manfredi, Marina von der Heyde, Gonzalo Rodiño
GERENTE GENERAL: Dylan Williams
DIR. DE PLANEAMIENTO ESTRATEGICO: Emilio Cesio
DIRECTOR GENERAL CREATIVO: Martín Mercado
EQUIPO CREATIVO: Darío Rial, Cristobal Oviedo
PRODUCTOR POR AGENCIA: Sebastián Tarruella
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TV

PRODUCTORA: Encuadre
DIRECTOR: Rosanna Manfredi
PRODUCTOR EJECUTIVO: Diana Cordoba
DIRECTOR DE FOTOGRAFIA: Raúl Szmiguel
ILUSTRACION: Colorium TV
ILUSTRADORA: Florencia Kohan
POST-PRODUCTOR: Sergio Fernandez
EDITOR: Claudio Jorda
SONIDO: Encuadre/ 021
LOCUTOR: Mariano Chiessa
BANDA: NorOeste Música


GRAFICA

ILUSTRACION: Colorium TV
ILUSTRADORA: Florencia Kohan
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